COMO ENTRENAMIENTO ESPIRITUAL
El karate no es diferente a las demás artes marciales en cuanto a fomentar las virtudes del Coraje, integridad, Esfuerzo, Cortesía y autocontrol en aquellos que han encontrado su esencia. Sin embargo los individuos de frágil constitución estructura pobre y debilidad de carácter no pueden adaptarse con facilidad a la mayoría de las artes marciales, ya que su practica suele ser dura desde el principio, y tales estudiantes, hablando en términos generales, pierden pronto el animo y abandonan el entrenamiento. Además es posible que algún estudiante con verdadero interés, queriendo superar su debilidad física, practique tan a conciencia que llegue a sobre entrenarse hasta el punto de producirse lesiones o incluso enfermar, por no ser capaz su cuerpo de seguir al paso de su voluntad, y es por esto que muchos de ellos también fracasan. Por estas razones, mucha gente físicamente débil, ha tenido que abandonar toda esperanza de practicar ates marciales, aun cuando tal entrenamiento, y el desarrollo de la bravura y de un cuerpo solido y firme pudieran ser de especial importancia para el individuo de constitución y espíritu débiles. Es por tanto a su vez importante en este contexto, el hecho de que el karate pueda ser practicado igualmente por jóvenes y viejos, hombres y mujeres, indiscriminadamente. Es decir, al no ser necesarios ni un lugar especial, ni equipo, ni oponentes, el entrenamiento goza de una flexibilidad tal que el individuo física y espiritualmente débil puede desarrollar su cuerpo y su mente de una manera tan gradual y natural, que es posible que ni el mimo se de cuenta del enorme progreso que va experimentando.
Esta flexibilidad en el entrenamiento también hace posible el avanzar a grandes pasos en el sendero espiritual. Porque si el entrenamiento en cualquier arte marcial se interrumpe después de medio año o un año por ejemplo, difícilmente puede esperarse el haber alcanzado grado alguno de entrenamiento espiritual. La penetración en el arte, el dominio de sus técnicas, el perfeccionamiento de las virtudes del coraje, cortesía, integridad, humildad y autocontrol, para hacer de ellas una luz interior que guie, nuestras acciones diarias: ello requiere por lo menos de diez a veinte años, si es posible toda una vida de dedicación al estudio de este arte. A la vista de la adaptabilidad de su entrenamiento, es por ello el karate está considerado como el más adecuado para llevarlos a cumplir con esa necesidad de entrenar el espíritu. |